La vitamina D es un nutriente esencial para el cuerpo que desempeña funciones a nivel óseo, inmunológico, cardiovascular, etc… Lo curioso de esta vitamina es que el organismo la puede sintetizar cuando la piel se expone a la luz solar.
La vitamina D puede ser incorporada mediante la alimentación y su déficit está muy relacionado con fracturas óseas y un debilitamiento del sistema inmunitario.
Esta vitamina también tiene un impacto positivo en la piel, por lo que es un nutriente muy a tener en cuenta para la salud y el estado de la piel.
Qué beneficios aporta la vitamina D a la piel
La vitamina D mejora la salud y el estado de la piel de diversas formas:
- Fortalecimiento de la barrera cutánea: la vitamina D regula la expresión de genes relacionados con la función barrera de la piel, lo que mejora la resistencia de ésta.
- Estimulación de la producción de colágeno: se encarga de regular la síntesis de colágeno, lo que promueve la flexibilidad, firmeza y regeneración de la piel.
- Antiinflamatoria: modula la respuesta de los linfocitos T, unos glóbulos blancos que se encargan de inhibir la liberación de sustancias proinflamatorias y estimular la síntesis de sustancias antiinflamatorias.
- Antioxidante: de forma indirecta, la vitamina D tiene efectos antioxidantes porque regula las vías metabólicas relacionadas con el equilibrio redox (conjunto de reacciones de oxidación y reducción).
Por qué se dice que el sol es una fuente de vitamina D
Tomar el sol tiene diversos beneficios. Uno de los más relevantes es la síntesis de vitamina D.
Este proceso se da porque en la piel tenemos un sustancia llamada 7-dehidrocolesterol, la cual reacciona con los rayos UVB del sol y se transforma en vitamina D3. La vitamina D3 es la forma más activa y eficaz en el organismo.
Si bien la protección solar puede disminuir la producción de vitamina D, es importante utilizarlo para evitar otros problemas de piel relacionados con el exceso de exposición solar. Recuerda que una exposición excesiva al sol puede generar hiperpigmentación, envejecimiento prematuro y aumenta el riesgo de sufrir cáncer de piel.
En conclusión, lo ideal sería tomar el sol pero siempre con protección solar para evitar problemas mayores.
Fuentes dietéticas de vitamina D
Otra de las formas más eficaces de aportar vitamina D al organismo es mediante la alimentación. La vitamina D es una vitamina liposoluble, lo que significa que se encuentra disuelta en aceites y grasas.
Estos son los alimentos que más vitamina D aportan:
Se puede potenciar la absorción dietética de vitamina D con la ingesta de otros nutrientes:
- Calcio: lácteos, almendras, sardinas, col…
- Magnesio: plátanos, aguacates, semillas de calabaza, chocolate negro…
- Vitamina K: coliflor, brócoli, coles de bruselas, espárragos…
- Zinc: ostras, garbanzos, nueces, carnes…
- Vitamina A: zanahoria, batata, espinacas, hígado…
También se puede aportar la vitamina D mediante suplementación, no obstante, siempre es mejor incorporarla mediante la alimentación para poder beneficiarte del resto de nutrientes que los alimentos poseen.
Otra forma de incorporar la vitamina D es mediante productos cosméticos, pero la absorción de vitamina D por la piel es limitada, lo que no resulta tan eficaz.
Recuerda, es recomendable exponerse al sol durante aproximadamente 10 a 30 minutos al día para conseguir unos buenos niveles de Vitamina D en el organismo, preferiblemente en la mañana o en la tarde cuando los rayos UVB son más intensos y la piel puede sintetizar vitamina D de manera más eficiente.
Es importante tener en cuenta que esto puede variar dependiendo de tu ubicación geográfica y de otros factores individuales, por lo que es aconsejable consultar con un médico para obtener recomendaciones específicas para tu situación. Además, es importante equilibrar la exposición al sol con la protección adecuada para evitar quemaduras solares y otros riesgos para la salud de la piel.